El tiempo fue insuficiente...
Poco después de haberse extraviado de mi vista descubrí que en realidad se había escondido entre los matorrales de los deseos desaforados que le hacían creer que mis intenciones eran otras.. Ella supo desde la primera vez que nos miramos fijamente -esa mañana de enero en que ambos eramos apenas conocidos- que mi personalidad era distinta y que si compenetrábamos más y más, en los profundos abismos de las conversaciones ligeras que hacen a uno querer a la persona, ella podría caer rendida a mis pies. Lo que ella no sabia era que ya había notado su existencia hace 4 años atrás, en el momento en que un amigo me enseño una fotografía suya. Ella siempre fue para mi una niña-mujer imposible y eso que nunca dude de mi capacidad de flirteo. Los obstáculos eran otros, más bien tangibles. Hasta que llego un momento en que no dude ni un segundo en lo verosímil que era mi futuro con ella. Mientras yo pensaba en el motivo de su desaparición, ella recorría por ahí como pavoneándose de toda su