Conciencia Ecológica!
La
conciencia ecológica es la lucidez de
que cercanamente todo aspecto de nuestra vida afecta el ambiente tan
decisivamente que ahora debemos elegir si dejar que estos efectos sigan sin
nuestra intervención o si cambiar nuestra forma de vivir en orden a parar este
daño.
Está
en el conocimiento de todos que el planeta Tierra es un lugar finito que
compartimos con otras personas y con otras criaturas vivas. Y si, por nuestra
ignorancia y descuido, lo destruimos, nosotros por lo tanto también destruimos nuestros
propios intereses.
Desde
pequeños nos han enseñado que las plantas absorben el dióxido de carbono y lo
transforman en oxigeno para que de esa manera nosotros y los demás seres vivos
podamos respirar oxigeno puro y todo seguiría su curso normal. Tal cual, que
aceptamos que es el maravilloso proceso de regulación propia de la naturaleza.
En
cambio sabemos que la relación entre el humano y el ambiente no ha sido para
nada buena. Nos han dicho que despedimos peligrosos niveles de gases de efecto
invernadero como el CO2 hacia la atmosfera como resultado de nuestro furioso
esfuerzo de mejorar las condiciones de la existencia humana, y que esto nos
haya llevado a lo que llamamos calentamiento global.
Lo
que parece obvio para los científicos, sin embargo, no es siempre obvio para el
resto de nosotros. Hay una razón para esto. Cuando el ambiente es afectado por
la actividad humana que carece de conciencia ecológica, este no posee la
capacidad de comunicarse con los humanos y hacerles reconocer que están
haciendo mal.
Por
esta razón, los cambios climáticos son interpretados de maneras diferentes
dependiendo del país en donde se manifiestan y de las características
cognitivas de su sociedad y de su misma conciencia ecológica. Las respuestas
que emiten casi nunca coinciden con las de otros países y sociedades. Sin duda,
en un mismo país, estos fenómenos no son uniformemente interpretados por las
diversas esferas institucionales.
Los
problemas ambientales no tienen la misma resonancia que deberían de tener en
las leyes, religiones, en la economía y en las políticas de estado como lo
tienen en la Ciencia. Incluso, hasta la más moderna sociedad no puede decir que
posee una Conciencia Ecológica efectiva. Por supuesto, hasta en los Estados
Unidos, los políticos y empresarios difieren con los científicos en intentar
enseñar y aplicar una Conciencia Ecológica que ayude a la población reconocer
los problemas que aquejan al mismo planeta tierra y a su vez apreciar y
responder la urgencia de lo que llamamos calentamiento global.
Sin
embargo, nada de esto disminuye el valor de la Conciencia Ecológica. Sin duda,
esto solo pone en relieve la necesidad de cada nación y cada individuo, como
ciudadanos de este planeta, de examinar sus respectivas formas de vida con una
visión de erradicar aquellas practicas que destruyen la viabilidad de la tierra
a largo plazo como un lugar en donde vivir. El Planeta tierra es un planeta que
va muriendo, pero, no podemos escuchar su jadeo o reconocer su mórbido estado
excepto a través de los estrechos límites de las sensibilidades humanas. No
existe otra cura para esto si no la de permitir a las lagrimas de la tierra
fluir por nuestra conciencia. Así, con optimismo, podamos ver que nuestro entorno
no es otro, si no nosotros mismos.
Etiquetas: conciencia, ecologica
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